A pesar de estar acostumbrada a organizar eventos, ya sean a nivel privado para mi empresa (podéis ver aquí y aquí) como fue la organización de las Pasarelas de Moda y Calzado de Elche en 2013 y 2014. Y tras varias fiestas privadas para amigos temáticas (que podéis ver aquí y aquí).
Esta vez tenía un reto especial.
Mis hijos hacían la Comunión y no sólo tenía que salir todo perfecto sino que además, debía ser un día inolvidable para ellos.
Tras mucho investigar en diferentes plataformas y blogs, la idea la tenía bastante clara.
Ahora lo difícil era plasmar lo que tenía en mi cabeza y como no, hacerlo todo yo.
En primer lugar definimos el lugar para la celebración.
Tras varias opciones, optamos por hacerlo en casa, ya que la Comunión iba a ser bastante íntima y así podríamos disfrutar sin hora de finalizar con los amigos y familiares.
Pero en casa ... habría que contratar una carpa (que decorar) y un catering que nos hiciera la comida.
No lo dudamos y nos pusimos en las manos de Pedro, de Catering del Sureste, en el que ya habíamos recurrido en otras ocasiones y sabíamos que no podían fallar.
La decoración tanto de la carpa como de las mesas, la tenía clara, debía ser colorida pero siempre dándole un toque campestre.
Opté por farolillos en el techo de la carpa, dándole así la nota de color y para las mesas quería mantelería en blanco con servilletas y camino de mesa en verde.
La silla era imprescindible que fuera sin forrar y la verdad que Pedro consiguió la silla perfecta para la ocasión. Y los detalles florales en las mesas debían de ser muy sencillos, pero aportar el toque de color necesario para que mi imagen mental y la realidad casaran.
Y este fue el resultado.